Nunca es tarde para estudiar
Prensa Hispana
Edición: 690. Del 22 al 28 de diciembre del 2004
Librada Martinez

Casi nueve años duraron Jaime y Beatriz Cortez, de 65 y 62 años respectivamente, para concluir sus estudios de licenciatura.

La pareja es parte del grupo de 4 mil egresados de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), que se graduó la semana pasada en una ceremonia encabezada por el presidente de la máxima casa de estudios, Michael Crow.

Los Cortez, una pareja de inmigrantes de El Salvador, tomaron como ejemplo a sus tres hijos, egresados también de la universidad local.

Beatriz, recientemente jubilada del tribunal de Mesa, en donde se desempeñaba como intérprete, obtuvo una licenciatura en Derecho, mientras que su esposo, dedicado a la enseñanza en una escuela primaria, en Artes. “El es artista, pinta, es actor, canta precioso, pero nunca había tenido un grado académico que lo reconociera como artista”, dice la señora, de su esposo, con quien ha estado unida 42 años.

En los 60, la pareja vivió en Nueva York en donde permanecieron ocho años. Luego regresaron a su país. En 1991 volvieron a Estados Unidos para
asentarse en Arizona.

“Nosotros trabajamos muy duro en El Salvador, enviamos a nuestros hijos a estudiar a Estados Unidos, y cuando ellos terminaron, nos vinimos para acá”.

Misión cumplida
Afirman los Cortez que graduarse de ASU era un sueño anhelado. “Para nosotros ir a la escuela era terminar una meta personal, porque ya habíamos triunfado, siempre tuvimos excelentes trabajos, educamos a nuestros hijos, pero nos faltaba esta satisfacción”, cuenta Beatriz, quien se graduó con uno de los promedios más altos de su clase.

Entre tanto joven nunca se sintieron fuera de lugar. “Una mente activa es la mejor receta para la salud. Yo le dije, quiero mantenerme alejada del Alzheimer”, dice Beatriz con humor.

“Estamos acostumbrados a estos retos”, comenta don Jaime, quien confirma que para estudiar, lo que menos importa es la edad.

“Puedes empezar tomando una clase. Sí se puede, hay ayuda financiera, muy buenos consejeros que te orientan, no hay excusa para no estudiar”, insiste Beatriz.

El hecho de ser miembro de las minorías tampoco debe ser usado como pretexto para mantenerse lejos del estudio.

“Mira, yo soy de las minorías. Primero porque soy mujer, soy hispana, mi lengua materna no es el inglés, soy mayor de 60 años, y mírame, me gradué de la universidad.”

Luego retoma las palabras del presidente de ASU, al referirse al nuevo grupo del que su esposo y ella han entrado a formar parte. “En Estados Unidos, únicamente el 20 por ciento tiene un grado universitario. En el mundo únicamente el dos por ciento, estamos muy contentos de ser parte de la minoría educada